La fabada asturiana es un plato típico de la región de Asturias, en el norte de España. Se trata de un plato contundente y delicioso, perfecto para los días fríos de invierno. La fabada es uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía asturiana y se ha convertido en un símbolo de la cultura y la tradición de la región.
¿Qué es la fabada asturiana?
La fabada asturiana es un guiso que se prepara con fabes (judías blancas asturianas), compango (un embutido a base de tocino, chorizo y morcilla) y verduras (cebolla, ajo y pimentón). Se cocina a fuego lento en una olla y se remueve de vez en cuando para evitar que se pegue al fondo.
Historia de la fabada
El origen de la fabada no está claro, pero se sabe que es un plato que se ha consumido en Asturias desde hace muchos siglos. Se cree que los romanos y los celtas ya conocían las judías blancas y que estas legumbres llegaron a Asturias a través de los comerciantes.
En el siglo XVII, la fabada comenzó a ser considerada como un plato popular en Asturias y se convirtió en un elemento esencial de la cocina de la región. Durante mucho tiempo, la fabada fue considerada como un plato de invierno, ya que era una forma de combatir el frío y la humedad de la región.
¿Cómo se sirve?
La fabada se sirve tradicionalmente en una cazuela de barro. Se coloca el compango en el fondo de la cazuela, se añaden las fabes y se cubre todo con caldo de carne. Se cuece a fuego lento durante varias horas hasta que las fabes estén suaves y el caldo se haya espesado. Se sirve caliente con una guarnición de pan de trigo.
Consejos para cocinar una fabada perfecta
- Es importante remojar las fabes durante varias horas antes de cocinarlas.
- El compango se puede cocinar previamente para que suelte su grasa y sabor.
- El fuego debe ser bajo y constante para que las fabes se cuezan de manera uniforme.
- Es importante remover la fabada con un cucharón de madera para que no se deshagan las fabes.
Conclusiones
La fabada asturiana es un plato emblemático de la gastronomía española y uno de los más populares en la región de Asturias. Su preparación es complicada y requiere tiempo, pero el resultado final es una deliciosa combinación de sabores y texturas que no deja a nadie indiferente.
Así que si tienes la oportunidad de probar la fabada asturiana, no la desaproveches. No te arrepentirás.